La práctica de la circuncisión, es decir, la retirada quirúrgica del prepucio, como medida profiláctica higiénico-sanitaria, se lleva practicando durante siglos entre diversas colectividades humanas, especialmente entre las comunidades religiosas judías y musulmanas. Actualmente se realizan campañas para la promoción de la circuncisión en países del continente africano para prevenir el contagio del VIH y otras enfermedades.
En países como los EE.UU. se realiza como práctica ordinaria. Todas estas técnicas quirúrgicas se realizan con consentimiento adulto, incluido el de los padres en caso de menores quienes carecen de complicaciones postoperatorias a edades tempranas. Según la propia Organización Mundial de la Salud (OMS) un 30% de la población mundial masculina es circuncisa, organización que avala los efectos positivos en la salud y la prevención al contagio del VIH en un altísimo porcentaje, como queda comprobado con evidencias concluyentes.
Sin embargo, la reciente Resolución 1952 (2013) de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa, menciona literalmente “la circuncisión de niños varones por razones religiosas” como “violación de la integridad física de los niños, cuyos partidarios de los procedimientos tienden a presentar como beneficiosa para los propios niños a pesar de una clara evidencia de lo contrario”, ignorando con ello pruebas médicas, higiénicas y de prevención sanitaria reconocidas por organizaciones médicas y sanitarias nacionales e internacionales. Tras ello aprobaron su Recomendación 2023 (2013) la cual pide al Comité de Ministros, que se promocione e incluya a los niños en “su derecho a participar en cualquier decisión con respecto a ellos”.
Desde la Comisión Islámica de España (Unión de Comunidades Islámicas de España) nos sentimos decepcionados por esta resolución europea basada en un informe parcial que ignora las realidades médicas e inocuidad de la práctica quirúrgica de origen religioso en menores de pronta edad con padres que quieren lo mejor para sus hijos, constituyendo una resolución nada objetiva, de contenido ideológico con prejuicios basados, como poco, en la ignorancia.
Rechazamos absolutamente la mutilación genital, totalmente condenable, la cual no se debe confundir con la circuncisión, y pedimos el respeto a la libertad de los médicos para recomendar y la de los Estados para promocionar o no la circuncisión, así como la de los padres para decidir, con las debidas garantías sanitarias.
Riaÿ Tatary,
Comisión Islámica de España
Unión de Comunidades Islámicas de España,
Madrid, 10/10/2013.
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