Jutba del viernes 12/09/2014

El Paraíso y su gente

El Paraíso es la gran recompensa que Allah alabado sea ha preparado para los creyentes que Le obedecen. Es la alegría perfecta y placer donde nada falta, ni nada puede perturbar su pureza.

Dice Allah alabado sea en un hadiz qudsi: “He preparado para Mis siervos virtuosos lo que ningún ojo ha visto, ningún oído a escuchado, y nunca ha pasado por la imaginación de un ser humano.” (Bujari)

Dice Allah en el Corán: “Nadie sabe la alegría que le espera a los piadosos como recompensa por lo que hicieron. “ (32:17)

Bujari transmitió de Sahl Ibn Saâd As Saidi que el mensajero de Allah (PyB) dijo: “el espacio que ocupa el tamaño de un bastón en el Paraíso es mejor que este mundo y todo cuanto hay en él.”

La admisión al Paraíso y la salvación del Fuego es según el juicio de Allah y su criterio, la gran victoria y el éxito rotundo, tal y como dice en Su Libro: “Quien sea salvado del Fuego e ingresado en el Paraíso habrá triunfado. La vida mundanal no es más que un placer ilusorio.” (9:72) “Quien obedezca a Allah y a Su Mensajero, Él le introducirá en jardines donde corren los ríos, y donde vivirán eternamente. Éste es el éxito grandioso.” (4:13)

El Paraíso es eterno y sus habitantes permanecerán en él para siempre. Dijo Allah: “Y cuando contemples el Paraíso, sólo encontrarás delicias y un gran reino.” (76:20)

Dijo el Profeta (PyB): “Sus ladrillos son uno de oro y uno de plata, unidos por almizcle fragante; sus piedras perlas y zafiros, y su tierra azafrán. Quien entre estará alegre para siempre y nunca se sentirá triste; vivirá allí para siempre y nunca morirá; su ropa no se gastará y su juventud nunca se marchitará.”

El paraíso tiene ocho puertas, una de ellas se llama Ar Raian, por la que entrarán los ayunantes. Hay puerta para los que oran mucho, para los que dan caridad, para los que participan en el yihad.

El Profeta (PyB) nos informó que quien realice la ablución correctamente y diga el testigo, le serán abiertas las ocho puertas a la vez y se le permitirá elegir por cual entrar. También hay una puerta exclusiva para los que entrarán en el Paraíso sin rendir cuentas, entre ellos se encontrarán aquellos que “cuando les aflige una penalidad o prueba manifiestan paciencia y se guardan por temor de Allah y cuando les acontece un bien agradecen a Allah.” El Profeta (s.a.w.) así mismo nos informó que estas puertas se abren cuando llega Ramadán, cerrándose las del Fuego.

El Paraíso consta de cien grados, y la distancia entre ellos es como la del cielo y la tierra. El mayor es Al-Firdaus, del que manan los ríos del Paraíso. Dijo Allah: “Y sabed que Allah elevará en grados a los creyentes y a quienes agracie con el conocimiento. Y que Allah está bien informado de lo que hacéis”. (58:11) Y “Ellos alcanzarán los Jardines del Paraíso por donde corren ríos.” (18:31).
Dijo el Profeta (PyB): “cuando pidáis a Allah pedidle Al Firdaus donde se encuentra el Trono del Misericordioso y de donde nacen los ríos del Paraíso.” En el Paraíso hay ríos de leche, de miel pura, de agua sin impureza, un vino sabroso que no embriaga ni causa malestar y kafura , una bebida única del Paraíso. También hay una fuente de agua llamada Tasnim.

Los árboles del Paraíso son muchos, fructíferos y de muchas clases. Allah menciona en el Corán los viñedos, las palmeras, la granada, el loto y la acacia. Hay un árbol cuya sombra se toma cien años en cruzar. Dijo el Profeta (PyB): “en verdad en el Paraíso hay un árbol cuya sombra aún en cien años que la recorra un jinete en un caballo veloz no llegaría a cruzarla”. Y a esto se refiere el Corán cuando dice: “bajo una extensa sombra.” (56:30). Los frutos son parecidos a los de esta tierra en apariencia, pero su aroma y sabor son una delicia incomparable. También se encuentran allí distintos tipos de animales solamente conocidos por Allah.

Los habitantes del Paraíso son aquellos que creen y obran rectamente.
Allah dice: “Y a los creyentes que obren rectamente los introduciremos en jardines donde corren los ríos, en los que estarán eternamente.” Y: “por cierto que triunfarán los creyentes que observen sus oraciones con sumisión, se aparten de las banalidades, paguen el zakat, se preserven de cometer adulterio o fornicación, y sólo mantienen relaciones con sus esposas o lo que posee su diestra, pues ello no es censurable. Y quien busque algo por detrás de eso, será de los transgresores. También triunfarán los que devuelven los depósitos que se les confían y respeten los acuerdos que celebren, y que cumplan las oraciones prescritas. Todos éstos serán los que heredaren el Paraíso, en el que morarán eternamente.” (23:1-11).

Hay quien gane el Paraíso por su nivel de fe (imán), quien lo haga por su sinceridad, o por su anhelo y adoración, también por la paciencia y confianza en Allah, por la rectitud y constancia, por la humildad y por el temor.

La mayoría de las personas que entrarán en el Paraíso son los débiles, aquellos a quienes las personas ignoran, abandonan, no prestan atención, pero que a los ojos de Allah son importantes porque tienen fe, Le temen y le adoran fielmente y con humildad.

Ellos vestirán de seda y brocado, tendrán joyas de oro y perlas, recipientes de oro, plata y cristal de plata de los que beberán. Se les servirán las bebidas que deseen entre ellas kafuur mezclado con vino y jengibre. Se alimentarán de frutos y carnes de aves que les apetezcan. Tendrán cada uno dos esposas puras, de una gran belleza que si una de ellas aparecería en la tierra, ocuparía el espacio entre el cielo y la tierra y el sol se apagaría con su luminosidad.

Cuando se dividan a las personas del Paraíso y del Infierno, Allah dividirá a su vez a las del Paraíso y preguntará: ¿Dónde están aquellos que murieron por mi causa? ¿Dónde están aquellos que se juntaban para recordarme? ¿Dónde están aquellos que se amaban por mi causa? ¿Dónde están los jóvenes que tuvieron paciencia y guardaron sus partes privadas?... Y así irá separando en grados a los creyentes hasta el punto que entre los destinados al infierno, algunos saldrán de allí por su creencia tras haber pasado una temporada de castigo para purificar todos sus pecados.

Esto es aquello por lo que debemos esforzarnos y por lo que realmente debemos de competir y no olvidar en nuestras conversaciones y anhelos.